RIMA XI

 

—Yo soy ardiente, yo soy morena,

yo soy el símbolo de la pasión,

de ansia de goces mi alma está llena.

¿A mí me buscas?

—No es a ti, no.

 

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:

puedo brindarte dichas sin fin,

yo de ternuras guardo un tesoro.

¿A mí me llamas?

—No, no es a ti.

 

—Yo soy un sueño, un imposible,

vano fantasma de niebla y luz;

soy incorpórea, soy intangible:

no puedo amarte.

—¡Oh ven, ven tú!